La energía solar está experimentando un auge en el mercado español, y cada vez más personas están optando por instalar paneles solares para el autoconsumo en sus hogares y negocios. En este artículo, exploraremos los motivos detrás de este crecimiento exponencial en la demanda y los beneficios que ofrece la energía solar para el autoconsumo.

Varios estudios publicados en lo que va de año, revelan una tendencia al alza en la demanda de instalaciones de paneles solares para el autoconsumo en España. Cada vez más personas están reconociendo los beneficios económicos y medioambientales de aprovechar la energía solar en sus propias propiedades, lo que ha llevado a un incremento significativo en el número de instalaciones solares en todo el país, hasta un 29% en 2022, para ser más concretos.

Uno de los factores clave que impulsan esta creciente demanda es la reducción de los costos de instalación de paneles solares. En los últimos años, los precios de los paneles solares han disminuido considerablemente, lo que hace que la inversión en energía solar sea más asequible para los consumidores. Además, existen incentivos y subvenciones por parte de los gobiernos y las comunidades autónomas que fomentan la adopción de energías renovables, lo que ha estimulado aún más el interés en las instalaciones de paneles solares.

Otro motivo importante para el aumento en la demanda es el ahorro económico a largo plazo que proporciona el autoconsumo solar. Al generar y utilizar su propia energía, los propietarios pueden reducir significativamente su dependencia de la red eléctrica convencional y, por lo tanto, reducir sus facturas de electricidad. Además, el exceso de energía generada por los paneles solares puede ser inyectado a la red, lo que permite obtener beneficios económicos adicionales a través de la compensación o la venta de esta energía.

Además de los beneficios económicos, el autoconsumo solar también tiene un impacto positivo en el medio ambiente. Al utilizar una fuente de energía limpia y renovable como el sol, se reduce la dependencia de los combustibles fósiles y se disminuye la emisión de gases de efecto invernadero. Esto contribuye a la lucha contra el cambio climático y al impulso de un futuro más sostenible.

En respuesta a esta creciente demanda, cada vez más empresas están especializándose en la instalación de paneles solares y ofreciendo soluciones personalizadas para los consumidores. Esto brinda a los propietarios la oportunidad de encontrar opciones que se adapten a sus necesidades y presupuestos, y de obtener asesoramiento experto sobre el diseño, la instalación y el mantenimiento de sus sistemas solares.

En conclusión, el aumento en la demanda de instalaciones de paneles solares para el autoconsumo en España refleja una mayor conciencia sobre los beneficios económicos y medioambientales de la energía solar. La reducción de costos, los incentivos gubernamentales y la posibilidad de ahorrar en las facturas de electricidad están impulsando esta tendencia al alza. ¡Si te gustaría saber más en profundidad sobre el tema o estás dispuesto a instalar paneles solares en tu propiedad, ¡no dudes en ponerte en contacto con nosotros!

En el mundo de la energía, es normal encontrarse con los términos “comercializadora” y “distribuidora”, pero ¿sabrías realmente cuál es la diferencia entre ambas? En este post, despejaremos cualquier confusión y exploraremos las diferencias clave entre una comercializadora y una distribuidora de energía. Comprender estas diferencias te ayudará a tomar decisiones más informadas y aprovechar al máximo tus opciones energéticas.

Funciones y responsabilidades

Una comercializadora de energía es una empresa que compra energía a diferentes fuentes (como generadores o productores) y la vende directamente a los consumidores. Su principal función es gestionar la relación comercial con los clientes, ofreciendo tarifas, contratos y servicios relacionados con el suministro de energía.

Por otro lado, una distribuidora de energía es la responsable de operar y mantener la infraestructura de distribución, como cables, transformadores y subestaciones, que lleva la energía desde las plantas generadoras hasta los hogares y negocios. Su función principal es garantizar la entrega confiable de energía a través de la red eléctrica, así como gestionar las lecturas de los medidores y solucionar cualquier problema de conexión o interrupción del servicio.

Ámbito de actuación

Las comercializadoras de energía operan en un mercado competitivo y ofrecen diferentes opciones de contratos y tarifas a los consumidores. Puedes elegir libremente tu comercializadora y cambiarla si encuentras una opción más rentable. Las comercializadoras suelen ser empresas privadas y ofrecen sus servicios tanto a nivel local como nacional.

En cambio, las distribuidoras de energía son empresas reguladas y operan en áreas geográficas específicas, generalmente asignadas por los gobiernos. No puedes elegir tu distribuidora, ya que está determinada por tu ubicación física. Estas empresas tienen la responsabilidad de garantizar el suministro de energía a todos los consumidores dentro de su área de concesión.

Relación con el consumidor

La comercializadora es la entidad con la que los consumidores interactuamos directamente. Puedes contactar a tu comercializadora para realizar consultas, resolver problemas o cambiar tu contrato de suministro. Mientras que, la distribuidora de energía se encarga principalmente de aspectos técnicos y de infraestructura. Aunque no tengamos una relación directa con la distribuidora, es recomendable saber quién es, ya que son responsables de la calidad y confiabilidad del suministro de energía en tu área.

Conclusión

La diferencia clave entre una comercializadora y una distribuidora de energía radica en sus funciones y responsabilidades. La comercializadora se encarga de la relación comercial con los clientes y ofrece opciones de suministro energético, mientras que la distribuidora es responsable de la infraestructura de distribución y garantiza el suministro confiable de energía. Comprender estas diferencias te permitirá tomar decisiones más informadas sobre tu suministro de energía. En Gestión y Mejora Energética te asesoramos y ayudamos a elegir la mejor opción para ahorrar en tus facturas de energía y gas. ¡No dudes en ponerte en contacto con nosotros!

La energía reactiva es un concepto fundamental en el mundo de la electricidad. En pocas palabras, se refiere a la energía que se almacena y se libera en un circuito eléctrico debido a la presencia de elementos como inductores o capacitores. Aunque puede ser difícil de entender para los que no están familiarizados con la terminología técnica, la energía reactiva es un factor importante en la eficiencia energética y el costo de la energía eléctrica.

¿En qué consiste la energía reactiva?

Cuando la energía eléctrica fluye a través de un circuito que contiene inductores o capacitores, se produce una corriente que no está sincronizada con el voltaje que lo impulsa. Esto puede dar lugar a la acumulación de energía reactiva en el circuito, lo que puede causar un aumento en el consumo de energía y en los costos de electricidad.

Para comprender mejor la energía reactiva, es útil pensar en términos de la relación entre la potencia activa y la potencia aparente. La potencia activa es la energía que se utiliza para hacer funcionar los dispositivos eléctricos, mientras que la potencia aparente es la cantidad total de energía que fluye a través del circuito. Si la potencia aparente es mayor que la potencia activa, esto significa que hay una cantidad significativa de energía reactiva presente en el circuito.

La energía reactiva puede ser útil en algunos casos, como en la operación de motores eléctricos, pero en general, su presencia en un circuito eléctrico puede ser una fuente de ineficiencia y gasto innecesario. Para evitar este problema, es común utilizar dispositivos como condensadores y bobinas de compensación para reducir la cantidad de energía reactiva en un circuito y mejorar la eficiencia energética.

En resumen, la energía reactiva es un concepto importante en el mundo de la electricidad que puede tener un impacto significativo en la eficiencia energética y los costos de electricidad. Al entender cómo funciona la energía reactiva y cómo se puede controlar, es posible mejorar la eficiencia energética y reducir los costos asociados con el consumo de energía eléctrica.

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En los últimos tiempos, el ahorro energético se ha convertido en el talón de Aquiles de todas las empresas, grandes y pequeñas, en el marco europeo. El tema no es menor, ya que la elevada subida de precios en la factura de la luz cuestiona la viabilidad de muchas de estas instalaciones. Conocer los conceptos que pagamos cada mes a nuestro proveedor puede constituir la mejor tabla de salvación.

Así, uno de los conceptos que nos aparecen en la factura es la energía reactiva. Se produce en casi todas las instalaciones industriales, en muchos negocios, en edificios con ascensores y, en definitiva, en todos aquellos que necesiten el uso de un transformador o de un motor para el correcto funcionamiento de los aparatos.

¿Por qué se paga una energía que no nos proporciona nuestro proveedor?

En realidad, esta energía no se puede consumir y la generan nuestras instalaciones. La pagamos porque causa interferencias y daña los circuitos eléctricos de los edificios. En el fondo, lo que pagamos es una penalización económica por generarla y viene regulada en el Real Decreto 1165/2001. Las cuantías están fijadas por el Gobierno y las distintas distribuidoras tienen la obligación de aplicarlas. Por esta razón, y al margen de promesas, cambiar de distribuidora no sirve de nada para soslayar este concepto.

¿Cómo se calcula la energía reactiva?

Se calcula a partir del factor de potencia generado. Mide el ratio de la energía activa sobre la energía aparente. Esta es la suma de la energía activa y la energía reactiva. En otras palabras, es la energía total que consume un circuito eléctrico determinado.

Por regla general, los clientes que tienen contratado hasta 15 kW de potencia no suelen pagar energía reactiva porque su producción es mínima. El problema lo tienen los clientes que contratan más de 15 kW porque cuentan con maquinaria industrial, fluorescentes o ascensores en sus instalaciones y superan el 33 % exento de producción de energía reactiva.

Lo que sale a pagar de penalización es el resultado de multiplicar el exceso consumido por el precio del kilovoltio amperio por hora, que es fijado para todos por igual.

¿Cómo reducir el impacto de la energía reactiva en la factura de la luz?

Existen numerosos elementos que podemos incorporar a nuestro circuito para reducir la producción de la energía reactiva o la energía fantasma.

En general, sustituir los tubos fluorescentes por tubos led contribuye a disminuir la generación de reactiva. Eso sí, deben ser tubos de muy buena calidad y con un adecuado factor de potencia. Es cierto que estos diodos no generan energía fantasma, pero unos drivers de mala calidad sí.

El uso de las baterías de condensadores

Una batería de condensadores suele ser la gran solución para todo tipo de negocios. Además, mejora significativamente la calidad del suministro eléctrico. Por otro lado, optimizan la tensión de la red con lo que se produce un incremento de la eficiencia energética en la instalación. Todo ello supone un menor coste en la factura de la luz.

Se trata de un equipo que funciona de forma automática y conectado a la red eléctrica. De esta manera, detecta la cantidad de energía capacitiva necesaria en cada momento, según la energía reactiva que haya que compensar. El precio de estas baterías varía según las características de la instalación y, también, del fabricante. Si bien es cierto que suponen una inversión inicial, tarda dos años como máximo en amortizarse y eso siempre es rentable. Respecto a su vida útil, depende de las calidades, pero ronda los diez años.

¿Se pueden instalar las baterías de condensadores en todas las instalaciones?

No para todas sirve esta solución. Se recomienda que se coloquen donde haya fluorescentes, ascensores o maquinaria industrial, pero con un especial asesoramiento técnico si la instalación está a más de 2 000 metros de altitud, si hay vibraciones mecánicas o si se emiten muchos vapores o gases nocivos. La temperatura ambiental idónea para ellos se produce entre la franja de los 25 a los 50 grados.

La necesidad de un buen asesoramiento energético

Un buen asesor técnico especializado estudia la instalación, analiza nuestras necesidades, establece un plan para una mayor eficiencia energética y la reducción o eliminación de la energía reactiva en la factura de la luz. Este especialista propone diversas soluciones viables y rentables para nuestra empresa.

Si la solución pasa por la instalación de baterías de condensadores, calcula cuántas se deben instalar, su tipología y los tiempos de amortización necesarios para rentabilizarlas.

Contar con una asesoría energética es la mejor opción para optimizar el esfuerzo inversor que debemos realizar. En Gestión y Mejora Energética disponemos de experiencia para el ahorro energético y reducir la factura de la luz en todo tipo de empresas. Estudiamos cada instalación y aconsejamos la mejor forma de economizar. Siempre recomendamos la mejor tecnología en cada caso.