Principales diferencias entre el mercado regulado de la luz y el mercado libre
Los números actuales nos dicen que aproximadamente unos 10 millones y medio de personas apuestan por un mercado regulado de la luz para su hogar, mientras que otros 16 millones lo hacen a través del mercado libre. En este sentido, el problema principal reside en que la inmensa mayoría desconoce las diferencias entre ambos, requisito fundamental para conseguir la mejor tarifa y ahorro. En este artículo te lo contamos.
¿Cómo se regula el precio de la luz?
Como acabamos de mencionar, son muchos los que todavía ignoran la existencia de las dos clases de mercado energético que existen hoy en día. A pesar de ello, es algo normal teniendo en cuenta que no siempre ha funcionado así. Antiguamente, solo existía una única opción en la que el Gobierno era el encargado de marcar los precios (mercado regulado), pero desde el año 2009 en adelante, los consumidores tienen la oportunidad de elegir a qué compañía pagan su factura eléctrica (mercado libre).
¿Qué es el mercado libre y el mercado regulado?
El mercado libre y el regulado son las dos tarifas básicas a las que puede acogerse el pequeño consumidor. ¿Qué sabemos de cada una de ellas?
Mercado regulado de la luz
En este tipo de tarifa, el mercado mayorista fija los precios diariamente y el Gobierno realiza una labor de supervisión. Eso sí, si el consumidor se decide por esta opción, se verá obligado a contratar una potencia inferior o igual a 10 kW con un contador digital y una instalación eléctrica de baja tensión. Asimismo, únicamente los clientes que disponen de esta modalidad y cumplen ciertos requisitos tendrán la posibilidad de solicitar el bono social de electricidad con descuentos que van desde el 25 % al 40%.
Mercado libre
En el mercado libre de la luz los consumidores tienen la oportunidad de escoger entre los distintos planes que ofrecen las comercializadoras con precios propios. Entre ellos destacan la tarifa con discriminación horaria (para clientes conocedores de su consumo habitual) y la tarifa plana (para aquellos que no quieren llevarse sustos en las facturas).
Aunque es cierto que en esta opción no existe la posibilidad de acceder a un bono social, las empresas disponen de promociones y descuentos para fidelizar a sus clientes. No obstante, hay que tener en cuenta que muchos de ellos tienen condiciones de permanencia y contrato de otros servicios adicionales.
Diferencias entre los dos mercados
Para poder elegir la alternativa ideal dentro del mercado eléctrico es necesario conocer en qué se diferencian una de la otra. A continuación, mostramos los rasgos más distintivos:
Tarifa del mercado regulado
El PVPC (Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor) varía constantemente en función de la tendencia actual del mercado mayorista. Por lo tanto, como es obvio, no será fácil conocer con anticipación el gasto final de cada factura. Además, es importante saber que:
- No hay permanencia.
- El precio es variable y “personalizado” dependiendo de las horas de consumo en los hogares.
- No es posible contratarla con una potencia mayor de 10 kWh.
- El bono social es accesible solamente con una tarifa PVPC contratada.
- La tarifa de discriminación horaria es totalmente compatible.
- El número de comercializadoras en el mercado regulado es limitado y solo ellas pueden operar con la tarifa regulada PVPC.
- La tarifa regulada es la única opción disponible.
Tarifa de mercado libre
Estas tarifas ofrecen una mayor seguridad, estabilidad y posibilidad de ahorro real. Aun así, existe el riesgo de pagar más de la cuenta si no se tienen en consideración todos los factores. Por otra parte, no debemos olvidar que:
- Cuenta con una extensa oferta de comercializadoras.
- Dispone de infinidad de tarifas con precio variable o fijo y todo tipo de horarios.
- Puede aplicar descuentos.
- Es compatible con tarifa de discriminación horaria.
- Permite disponer de energía verde.
- Tiene permanencia durante el primer año.
- Ofrece otros servicios.
¿Cuál conviene tener?
Como en la mayoría de los casos, todo depende de la situación particular de cada uno. Bien es cierto que el mercado libre de la luz permite cierta libertad y despreocupación por los horarios o tramos durante el día y muchos expertos coinciden en su rentabilidad a la larga. Pese a todo, el resultado final no suele ser inferior al del mercado regulado.
En contraposición, la CECU (Confederación de Asociaciones de Consumidores y Usuarios de Madrid) aboga por el modelo regulado como el más beneficioso. Para ello, hace hincapié en el precio establecido por el Gobierno, en la ausencia de todo tipo de permanencias y en los servicios adicionales que encarecen las facturas.
En definitiva, es primordial valorar las ventajas e inconvenientes del mercado libre y el mercado regulado de la luz para conocer cuál es el más conveniente para cada momento y caso concretos. En Gestión y Mejora Energética somos expertos en la materia y asesoramos a nuestros clientes para obtener el mayor beneficio y ahorro posibles en la factura de la luz.